sábado, marzo 04, 2006

Infancias

La vida, esa gran desconocida a veces. Lo fácil o difícil que puede ser darla, lo fácil o difícil que puede ser quitarla.
Educar, gran misterio, cada vez para mi más misterioso. No saber que hacer, lo habré hecho bien, lo habré hecho mal, soy blandita o soy un ogro. No lo sé.
Puedes acabar hasta los cojones de los nanos, pero si tienes ganas de volver significa que no lo suficiente.
Hay muchas cosas malas en un curro así, pero sigo pensando en las buenas. Son pequeñas personas, con personalidad propia, con sus cosas, sus pensamientos y sentimientos, y al mismo tiempo son tan influenciables. Observarles, ver cómo les afectan las cosas, darte cuenta de que la mayoría no están viciados, que aún no saben que el mundo está mal, que aún pueden vivir en su burbuja. Pero también sufren más, ver como les afecta la separación de sus padres, mil veces más que a una persona adulta (depende de que personas), pero el miedo que les ronda de no saber si un día, por no ponerse de acuerdo, no vendrán a recogerla.
La vida, nos da y nos quita, a mi me gusta recordar mi infancia viéndolos a ellos. Me vienen recuerdos que me gusta tener y también me gusta verlos disfrutar. Y sí, me siento pequeña, soy insegura, pero no se acaba el mundo.

3 comentarios:

Borisgrushenko dijo...

Bonito. Bastante personal. Me están entrando ganas de estudiar magisterio

kapela dijo...

magisterio no se, pero si quieres te busco sitio en el comedor, jejeje.

quién soy!? dijo...

niña me das mucha envidia.
pero ya sabes que lo de la separación... pfff (me doy por aludida)
ojalá todo fuera tan fácil como cuando eres niño, y pudiéramos disfrutar de todo igual que antes... pero por desgracia crecemos, y a veces, sólo a veces, maduramos.